Nació en Santo Domingo en 1902. Historiador y político. Representó de una forma nítida a los intelectuales que ven en los factores raciales elementos determinantes de las virtudes y del desarrollo histórico de los pueblos. En el plano político fue un ferviente servidor del régimen de Rafael L. Trujillo, dentro del cual puso en marcha la llama política de dominación fronteriza, en ese orden sus discursos permiten calificarlo como el principal ideólogo de la tendencia anti-haitiana de la época contemporánea, su ocupación esencial sin embargo fue la historia.

Peña Batlle se desenvolvió como hombre público esencialmente durante el régimen de Trujillo período en el cual el país conoció cierto progreso material y una situación de estabilidad política, aunque naturalmente con una ausencia total de libertades públicas. Fue miembro correspondiente a la Academia Dominicana de la Historia, la cual le otorgó el título de ilustre miembro de número. En el campo de la historia produjo varias obras: "Historia de la Cuestión Fronteriza Dominico-Haitiana", "Orígenes del Estado Haitiano", "Las Devastaciones de 1605 y 1606", "Historia de La Isla de La Tortuga ", "La Rebelión del Bahoruco ".

Como historiador Peña Batlle fue minucioso en la búsqueda de datos y en la comprobación de los mismos, pero a diferencia de otros no se limitaba a estos, sino que además trataba de buscar causas y efectos de los acontecimientos históricos, incluso e independiente de sus interpretaciones racistas, daba cierta relevancia al influjo de los factores económicos en el desvenir de la historia.

En Constitución Política y Reformas   Constitucionales (1947-1966), el doctor Raymundo Amaro Guzmán (compilador) plantea que Manuel Arturo Peña Batlle, desarrolló una extraordinaria obra de investigación y análisis de las constituciones políticas de la República y sus sucesivas reformas desde su adopción en 1844 hasta 1944.

Manuel Arturo Peña Batlle, dice Amaro Guzmán, analizó y comentó con las limitaciones impuestas a su pensamiento por la situación imperante en aquella época, las sucesivas modificaciones constitucionales desde el nacimiento de la República en 1844, en donde hace notar su observación de que la República había oscilado entre dos opuestas concepciones del Estado: la constitucional de diciembre de 1854, y la liberal cuya mejor expresión era la reforma de 1858. Manuel Arturo murió en Santo   Domingo   en   1954.