Nació en San Cristóbal, el lro. de enero de 1881. Hijo de Manuel Herrera y Mercedes Velásquez Molina. Estudió derecho en el Instituto Profesional de Santo Domingo, graduándose de abogado el 26 de julio de 1910. El 30 de abril de 1914 casó con Irene Báez, madre de sus hijos Porfirio, Gilberto y Margarita Herrera Báez viuda Álvarez. En 1925 ocupó la fiscalía de su ciudad natal y luego la de Santiago.

En 1929 fue elegido diputado a la Asamblea Constituyente. En 1934 fue designado por Rafael L. Trujillo, secretario de la Presidencia, cargo en el que duró sólo tres (3) meses, ese mismo año fue elegido senador por San Pedro de  Macorís.

Previamente había sido fiscal en Santo Domingo, Santiago y en Puerto Plata. Combatió en la acción conocida como del Camino de Güibia, el 28 de diciembre de 1903, junto a Fabio Fiallo, Osvaldo Bazil y otros, en las filas del gobierno de Morales Languasco.

La revista "Z,a Cuna de América" recoge entre 1907-1920 poemas sueltos de su inspiración. Como es bien sabido la mayor parte de su producción se encuentra dispersa en diversas publicaciones literarias y periódicos nacionales. Entre sus poemas publicados están Afinidad, Mi amada, Anita Freites, Tristeza de la felicidad, Recuerdo, Lucha, ¡Que soy dichoso!. Sobre las ruinas. No es hora, Al pasar, Otros versos, etc. Fue premiado con dos coronas de Laurel de Oro y una medalla de oro en los Juegos Florales de 1908 por sus poemas Homenaje a la Mujer Dominicana, Alma Extraña y La Fuente.

Fue presidente del Ateneo de San Pedro de Macorís, donde desplegó una ardua labor de difusión de poetas que luego se consagraron como sobresalientes líricos dominicanos. También formó parte de la Academia Dominicana  de   la  Lengua.

A mediados de 1974, un derrame cerebral acabó con la vida del entonces único sobreviviente de "Los tres mosqueteros del verso ", como llamaban al trío compuesto por él, Apolinar Perdomo y Juan Tomás Mejía.

Herrera alcanzó la edad de noventa y cuatro años, pese a que su salud se debilitaba hacía largos años. Existe documentación histórica de que Rafael L. Trujillo le ofreció el puesto de embajador en Brasil, pero Herrera declinó el ofrecimiento, alegando mediante carta dirigida al temido gobernante, que ya contaba con una edad muy avanzada para asumir obligaciones   diplomáticas.

Como previendo su muerte, el destacado aeda había dejado preparadas y publicadas -dos meses antes- sus Poesías Completas. Murió en Santo Domingo el 24 de junio de 1974. El doctor Joaquín Balaguer le dio el adiós final a sus restos.